
Aún con brisa fresca, los últimos rayos de sol daban a la tarde un tono cálido de un otoño que se resiste a llegar. Un domingo de sonrisas, estómagos llenos e historias de la infancia asomando la cabeza. El café bastante amargo derritiendo tres cubitos de hielo recién traídos del círculo polar
o simplemente de la cubitera de un tal acqua. Mientras tanto, la infinita risa escandalosa de otros que fueron partidarios del café irlandés y que comentan algo del tráfico en los días laborales
Una buena vista de olor a azahar para una tarde de octubre en la que la mente dice estar en huelga y solo recibe imágenes del exterior.
A bastantes kilómetros de aquí, las sabinas seguirán intentando escapar de los brazos de los que pensaban que las mujeres tenían dueño, pidiendo auxilio a las innumerables miradas que se paran a ver el espectáculo, degustando un helado de nocciola
3 comentarios
Pedro Glup -
Ever After -
Y aquello de pensar qué ocurrirá en otra parte del mundo en este instante..., en fin, ojalá todo quedara como lo dejamos y esperara así nuestro regreso.
Muchos besucos
Xavi -
saludos!